Casi 500 millones de pesos, concretamente 477
millones 131 mil 497.82, es lo que piensa gastar el Ayuntamiento de Zitácuaro
en este 2016. Es una cantidad 120 millones de pesos mayor a la que la anterior
administración presupuestó para 2015 (aunque en la realidad nunca supimos
cuánto y en qué lo gastó).
Parece mucho, pero con el presupuesto también creció
la cantidad que se destinará al pago de la nómina municipal con todas las
prestaciones para los trabajadores que ello implica.
De acuerdo con el presupuesto aprobado por los
regidores a finales de diciembre, se gastarán en “servicios personales” 177
millones 609 mil 108.73 pesos; es decir, casi diez millones de pesos extra que
los que se aprobaron para este mismo rubro el año pasado.
El gasto en nómina representará el 37.10 por ciento
del presupuesto, es decir más de la tercera parte. La inversión en obras
diversas también crece en comparación con el año pasado: será de 147 millones
163 mil 803.90 pesos.
De entrada, parece ser una buena cantidad; sin
embargo, aún es menos lo que se invierte en obra, que es lo que beneficia
directamente a la población, que lo que se gasta en pagar a la burocracia
municipal. El gasto en obra representa el 30 por ciento del presupuesto.
Además se tiene pensado destinar once millones 600
mil pesos al pago de deudas, doce millones a la compra de vehículos, casi 900
mil para patrullas y doce millones a algo que sólo se define como “otros
activos intangibles” pero que no especifican qué es.
Otras millonarias cantidades se destinan a compra de
combustible, casi nueve millones; pago de energía eléctrica, más de 17 millones
de pesos; asesorías, casi cuatro millones de pesos, y “otros servicios”, que
tampoco se definen, casi 29 millones de pesos.
Lo concreto es que con este presupuesto es con lo
que se tienen que echar a andar los planes y programas comprometidos para que,
ahora sí, Zitácuaro se supere, salga adelante, sobre todo que el Ayuntamiento
no se convierta otra vez en una fábrica de nuevos ricos.
No es mucho dinero ni es poco, pero creemos que es
suficiente para empezar a dar resultados si se tiene voluntad y si ese es el
objetivo real. A lo largo del año, con las acciones que se realicen
paulatinamente, veremos cuál será el camino que se tomará…
Los problemas de San Miguel
Todavía no hay una resolución final sobre lo que
pasará en San Miguel Chichimequillas, la tenencia en la que el Tribunal
Electoral del Estado de Michoacán declaró nulas las votaciones.
Sin embargo, el jefe de Tenencia que recibió la
constancia, Vicente Nava Elizalde, todavía está en el cargo a pesar de lo dicho
por el Tribunal pues se ampara en un recurso para contrarrestar el fallo
judicial.
Y sí, se trata de cuestiones legales que llevan su
tiempo, lo malo es que, como ya comentamos en alguna ocasión en este espacio,
Nava Elizalde, quien fue jefe de Tenencia en el pasado, bien pronto colmó la
paciencia a los habitantes de San Miguel.
En el poco tiempo que lleva (y quizás el poco que le
queda) ha hecho cosas que han inconformado a los habitantes de la tenencia; por
ejemplo, imponer algunos cobros en el panteón.
Pero lo que más preocupa es que utiliza un terreno
propiedad de la tenencia como tiradero y, al parecer, no es un basurero
cualquiera, sino que se depositan desechos médicos, lo que provocará daños por
contaminación a los habitantes de San Miguel.
Independientemente del resultado del proceso legal,
las autoridades municipales deben ponerle un alto a Vicente Nava, quien cree
que la constancia de mayoría que le entregaron es el título de propiedad de la
tenencia…
Ricardo Rojas | Zitácuaro
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