Muchas cosas pintan bonito en los
pronósticos del campo político, económico y del desarrollo social del municipio
de Huetamo en los albores de 2016, y esta visión se basa en la reciente
transición del poder municipal que dejó la vieja y anquilosada estrategia del
eterno PRI, con la última y dolorosa caída de la alcaldesa Dalia Santana Pineda
en agosto de 2014 y su pesada herencia del poder en 2015 a un medroso personaje
que jamás interpretó lo que significa ejercer la política y el poder, como lo
fue Juan Carlos Mederos Sánchez, y de esa forma tender un cómodo tapete a la
oposición que encabezó el perredista Elías Ibarra Torres,
dado que su rival en
las urnas, Juan José Huerta Romero, intentó pero no logró enderezar las velas del
barco tricolor que se zarandeaba en las agitadas aguas políticas del municipio,
con los resultados de todos conocidos. Por eso, desde septiembre de 2015
empieza a aflorar en Huetamo un optimismo entendible, dado que la izquierda
municipal logra ganar la alcaldía con las manos en la cintura, y a ello se le suma
la victoria de Juan Bernardo Corona Martínez como nuevo diputado local,
cuestión que permite que se consolide una dupla que desde Morelia recibirá las
bendiciones del gobernador Silvano Aureoles Conejo, y enseguida con el carro
huetamense completo en la cúspide del poder michoacano, sólo buenos augurios podrían
aletear sobre este marginado municipio que al parecer por fin se sacó la
lotería, y sobre la marcha y con obras y acciones visibles, poco a poco Huetamo
recobra importancia en el viejo mapa estatal, donde la lejanía y el olvido eran
sinónimos del incierto destino de esta región del Balsas, donde la mancha de
municipios ganados por el sol azteca se
extiende como campos de verdolaga, y donde sólo Carácuaro aparece como único
municipio donde gobierna el PRI. Con el arranque del gobierno de Aureoles
Conejo, aunque con un marcado enfrentamiento con el magisterio democrático
regional, el mismo que cada vez que puede le pone piedritas en el camino real, éste
dejó ver sus simpatías por el añorado Huetamo y sus constantes viajes a la
tierruca calentana y poner en marcha diversas obras de beneficio social, como
la gran extensión de terreno en la tenencia de Cutzio donde se construye la
casa de gestión del gobierno del estado en Huetamo, que de entrada deja una
buena derrama de beneficios económicos, trabajo y mano de obra, en otro extremo
de la ciudad se construye un hospital, se rehabilita la Escuela Primaria Carrillo
Puerto, ya empezaron los trabajos de rediseño de la carretera Huetamo-Morelia,
un viejo sueño silvanista, y se habla de la remodelación del jardín principal;
en fin, obras son amores. Es cierto, sobre la mesa se encuentra el tema de la
inseguridad, por eso entendemos que una de las primeras acciones del actual gobierno
estatal fue la de venir a imponer el Mando Único y con ello adelantar con
Tuzantla estos proyectos que pretenden erradicar la violencia y el miedo que en
los últimos años a galopado en la región. Bienvenido el año 2016, con todo y
los sinsabores que nos deja la irrefrenable caída del peso frente al dólar, aunque
eso de alguna forma beneficia a los miles de michoacanos que reciben remesas de
Estados Unidos, bienvenidos los buenos deseos de la actual administración
ibarrista de Huetamo, misma que en reciente entrevista dijo a la prensa ante la
difícil situación económica que enfrenta su gobierno, que no le pedía disculpas
a quienes se les han incumplido algunos pagos, si no perdón, pero que confiaba
en que a la brevedad se encarrilará este gobierno, el mismo que ya tuvo esta semana
un contacto cercano con una diversidad de representaciones del gobierno de la República
que acudieron a dialogar en Huetamo con alcaldes de la región VIII Tierra
Caliente y dejar una serie de dulces promesas que de consolidarse, tal como lo
dijeron los que saben, Huetamo logrará en tres años salir del profundo hoyo en
que se encuentra desde hace 200 años.
Ángel Ramírez Ortuño
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