Con gran seriedad anunciaba, días
antes de dejar el poder, la Tesorería Municipal de Huetamo que la deuda que le
heredaba la tristemente célebre administración tricolor que encabezó Juan
Carlos Mederos Sánchez al nuevo alcalde perredista, Elías Ibarra Torres, sólo
era de algo así como un poco más de un millón de pesos, cuestión que en la vida
real dista mucho de aterrizar en el campo de la honestidad y la verdad, dado
que al paso de los días y con los reportes ya actualizadas por personal
calificado para tales cuestiones, se informa que de conformidad con fundamento
en lo dispuesto en los artículos 1, 2, 3, 4 fracción X1V y 6 fracciones 1 y 1v
de la Ley de Fiscalización Superior para el Estado de Michoacán de Ocampo, el
pasado jueves 3 de septiembre, en punto de las 22:00 horas, se firmaba de
recibido el acto protocolario de entrega-recepción por quienes conformaron la
comisión de transición.
Frente a ese acontecimiento,
Elías Ibarra Torres, presidente municipal huetamense, informó a las autoridades
salientes que encabezaba Mederos Sánchez que la documentación entregada para su
análisis sería revisada en los siguientes 20 a 25 días, para de esa forma emitir
una postura sin que ésta fuera determinante, pero resalaba que se haría
pública, esto en virtud de que la transparencia y rendición de cuentas será una
de las prioridades de su administración, y así mismo agregaba Torres que sería
el interventor de la Dirección de la Auditoría Municipal región 2, Daniel
Hernández Alcalá, de la Auditoría Superior de Michoacán, la persona que tenga que
realizar los dictámenes y emita las observaciones correspondientes, todo esto con
base en que se ha detectado que los pasivos o deuda no registrada están en tres
millones de pesos del impuesto a la nómina del trabajador al servicio del
gobierno del estado y los municipios del 2 por ciento, complicado problema al
que le tendrá que hacer frente la recién llegada administración ibarrista.
El propio Ibarra Torres confirmaba
que ante todas estas cuentas alegres de la pasada administración mederista se le
agregaba un millón 800 mil pesos de la nómina de agosto no pagada, y asimismo
sumar de cinco a seis millones del ISR, y por si fuera poco debían sumarse
otros tres millones, pesos más pesos menos a deudas con proveedores y
contratistas.
Frente a este increíble cuadro
desolador financiero que recibía el Ayuntamiento de Huetamo 2015-2018, por
lógica razón que era entendible el marcado descontento que expresó el recién
desempacado alcalde, ex diputado y médico pediatra de profesión, ante la gran
desfachatez de las autoridades salientes que anunciaron en todos los medios de
comunicación que sólo adeudaba un millón de pesos; sin embargo, frente a la
cruda realidad ya detectada se conocían estas cifras y montos descomunales, por
lo que con gracia y salero Elías Ibarra expresó consternado que: “ De lo que es
a lo que se decía, que entregaban un millón de pesos en deuda, dista como de la
tierra al cielo”.
Por otra parte, esta semana se
cumplen dos años de la tragedia ribereña del Balsas que afectó a Huetamo y que dejó
a cientos de huetamenses sin hogar, dado que como también comentara el propio
Ibarra Torres, las partidas económicas destinadas a la construcción de nuevas
viviendas se las “jineteó” el gobierno del estado y en la pasada bancada del Congreso
del Estado, cuestión que habrá también de ser investigada.
Ángel Ramírez Ortuño
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