viernes, 21 de agosto de 2015

Huetamo, pueblo chikunguñero


Sin más preámbulo que reconocer que en realidad el problema sanitario del chikungunya es una cristalina realidad que azota sin piedad la región de la Tierra Caliente del Balsas, donde la Secretaría de Salud se hace como que la virgen le habla, dado que a todas luces tratan de ocultar una enfermiza realidad que nos hermana con los vecinos del otro lado del Balsas y no se detecta en este momento un hogar donde no se tenga un familiar encamado, sin que el temible zancudo Aedes aegypti considere distinciones dado que se lleva entre las patas a pobres y ricos, niños y ancianos, políticos, comerciantes, profesores, agricultores y seguramente alguno que otro muchacho del departamento de la “malandrinería”.
Frente a este cuadro que tiene espantada a la comunidad ribereña del Balsas, dado que en su propicio ambiente se desarrolla este desgraciado “chocho” volátil, declarado desde 2005 como el enemigo público número uno de los terracalentanos, de tal forma que diez años después, en pleno 2015 y ya con los focos rojos encendidos y con Huetamo etiquetado como zona de riesgo, y señalo al Balsas porque los biógrafos del Aedes informan que llegó procedente del Río Nilo, que cruza los desiertos de Egipto, y aún no se sabe si llegó por alguna cortesía de Cleopatra, Moisés o del mismísimo Ramsés II, pero lo que es cierto que ese mosco migrante milenario todo parece indicar que eligió a Huetamo para convertirlo en su granja favorita, y si a ello se le suma que le hemos otorgado un estatus de “bienvenido welcome”, resulta que desde el momento que le cayó el 20 a la SSM, con frecuencia se escuchan spots en radio y televisión, en la prensa y redes sociales, dado que el teledrama sanitario ya entró en horario estelar y los cargamentos de paracetamol, inmaculada receta que dicen es el único remedio recomendado para salir de las fiebres cuartanas, las ronchas y los dolores de articulaciones. Sin embargo, frente a esta inimaginable situación hospitalaria, llega como consuelo desde la ciudad de Toluca la ansiada luz verde del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en un comunicado que señala que ahora sí, por fin carambas, se le entregaba su reconocimiento oficial definitivo como alcalde electo por Huetamo al doctor Elías Ibarra Torres para gobernar el periodo 2015-2018, y dado que se trata de un doctor quien llevará las riendas del poder, seguramente ya debe estar analizando los porcentajes de ciudadanos huetamenses hospitalizados o tirados en cama por culpa del chikungunya, y algún reporte sobre el tema deberá recibir del médico “saca-muelas” que deja tristemente el poder, es decir, Juan Carlos Mederos Sánchez, quien se dio el lujo de no acudir a una reunión de evaluación que el Sector Salud realizó en la Sala de Cabildo, algo por demás incomprensible, pero real. Finalmente, entre las huestes perredistas locales, la noticia de que el TEPJF, de última hora y ante el personal reclamo de Ibarra Torres, quien se desplazara hasta Toluquita la bella, dado que era grande el sospechosismo que no reconocía ese Tribunal, y que se presume que lo impulsaría desde Huetamo el recalcitrante priismo municipal, donde personajes maquiavélicos, o tal vez, “orihuélicos”, “viveristas” o “moristas” pujaron hasta el cansancio con el fin de hacer sudar tinta china al nuevo presidente municipal de Huetamo, pero en fin, superado el problema, no se duda que Ibarra se colocará el estetoscopio y bata blanca para salir en auxilio de su amado pueblo, ya que allá en Toluca, como se dice el dicho, “le hicieron lo que el viento a Juárez”.






Ángel Ramírez Ortuño

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