Correspondió esta semana a los
candidatos a la gubernatura de Michoacán visitar Huetamo. En primer lugar, al
abanderado del PRI, Ascención Orihuela Bárcenas, la tarde del sábado, mientras que
para el domingo por la tarde ya estaba presente María de la Luz Núñez, de Morena;
es decir, en el fiel de la balanza estuvieron el partido más viejo, el tricolor, y uno de los más jóvenes,
Morena, y de ambos partidos se dio mucho de qué hablar en este suelo calentano,
donde quedó con marcada evidencia que ya no brilla la otrora orgullosa corona del
PRI ni tuvo los estrambóticos ánimos de otros tiempos para recibir a sus
candidatos, de tal suerte que le quedó a deber el tricolor al hombre de Zitácuaro,
aunque él sí venía bien
pertrechado desde Pátzcuaro, acompañado por la candidata a diputada federal
Samantha Flores, los diputados huetamenses Salvador Galván Infante y Sarbelio
Molina Vélez, un senador y diversas personalidades presentes en el caluroso
Huetamo. Enfrente estaban desperdigadas las figuras que componen la élite política
del actual PRI, el doctor Miguel García Jiménez, los hermanos Acosta Mora y Daniel
Suazo Pineda, así como los alcaldes de Huetamo y Nocupétaro, el presidente del
Comité Directivo Municipal priista, José Ángel Jiménez Villanueva; el candidato
del PRI a la Presidencia Municipal, Juan José Huerta Romero, y la candidata a
diputada local Nohemí Conejo, y también varios regidores y ex alcaldes y
visitantes de Nocupétaro, Carácuaro, Tiquicheo, San Lucas y Churumuco, todos en
la cargada.
Correspondió a María Isabel Ruiz Román
dar el discurso de bienvenida y su mensaje fue breve y acertado, hasta jocoso,
al momento que señaló que “si no quiere que a Michoacán le falte carne en la
cazuela, vote por Chon Orihuela”. Samantha Flores agradeció la calidez del
pueblo de Huetamo y el joven Cristóbal solicitó un campus universitario,
mientras que el líder agrario local pidió mejores precios para las semillas que
Huetamo produce. Orihuela, conocedor de las carencias de Huetamo, reconoció que
era necesario dotar a este municipio de una buena infraestructura agropecuaria,
impulsar la producción del melón, maíz y ajonjolí; dotar a Huetamo de un Centro
de Salud y mejores espacios de educación, y sobre todo, acabar con la
influencia de diez años que mantuvo el PRD en Michoacán. Y sin mayores aspavientos,
concluyó el evento, donde faltaba el entusiasmo del ausente Jesús Reyna García,
hombre fuerte del priismo michoacano y huetamense, ausente y lejos del terruño
terracalentano. Luego vino una cena, nuevos contratiempos y al final, Orihuela
amanecía en la casa Rodolfo Jaimes, quien en una noche recuperó el espacio que
por razones que no se entienden dejara tiempo atrás como líder moral de la
CNOP, después Chon partió a Tiquicheo, Tuzantla, Benito Juárez, hasta llegar al
terruño natal, donde allá sí se llevó planas completas de periódicos.
Un día después, María de la Luz
Núñez, abanderada de Morena y mujer de todas las confianzas de Andrés Manuel
López Obrador, reunió algunas docenas de simpatizantes, lo que fue un buen
logro, y acompañada de Hugo Mendoza, el profesor Linares y Jorge Granados García,
candidato de Morena a la alcaldía de Huetamo, soltó de su ronco pecho la
propuesta de que deben legalizarse las drogas, dado que sólo así se resolverá el
problema, que Morelia debe contar con un hospital de cardiología y en especial
criticó como una absurda decisión la liberación del hijo de Fausto Vallejo,
aunque en ese tenor, Orihuela opinaba que tal decisión ni le afectaba ni le
convenía, aunque como se sabe, de nueva cuenta Loret de Mola volvió a la
cargada y parece que de nuevo se le cargarán las pulgas al joven empresario de
centros nocturnos.
Ángel Ramírez Ortuño
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