Perredismo en la encrucijada

El panorama que se vislumbra para la jornada electoral perredista del domingo es por demás interesante dentro del espectro que viven las izquierdas en el municipio y la región, donde se divisa un Partido de la Revolución Democrática (PRD) entre temeroso y acongojado, dados los actuales tiempos que se viven con sus fracturas. Además surge la otra cara de la moneda dentro del nuevo partido político, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), cuadro que al recibir su reciente registro se avocó de lleno a la caza de simpatizantes, la mayoría de ellos emigrados del propio PRD, al grado de que el pez chico pretende tragarse al grande, tal como lo expresó en entrevista banquetera, en el Barrio de Cahuaro, el líder morenista local, Hugo García Mendoza, quien justamente esta semana perdiera a un hermano, por lo que le extendimos nuestras sinceras condolencias.

García Mendoza, optimista, nos dibujó un panorama muy halagador para las pretensiones de Morena este domingo en Huetamo, donde confirmó que la lista de promotores municipales la encabeza el ex alcalde perredista Jorge Granados García quien, digámoslo en palabras coloquiales, sería la carta fuerte de Morena para buscar la Presidencia Municipal, mientras que el citado García Mendoza, en su calidad de promotor local, buscaría la diputación, todo ello fincado en su afirmación de que ese naciente partido ya tiene en Huetamo entre mil 900 y dos mil miembros afiliados, y lo que es más duro de entender entre las citadas izquierdas en pugna es que se trata de un 90 por ciento de ex simpatizantes del PRD que cambiaron de partido.

Quienes ahora están por demás preocupados son Leonel Godoy y Torreblanca, dado que en este momento Silvano anda del brazo y por la calle con Peña Nieto, lo que le estaría abriendo el camino directo a la gubernatura de Michoacán, y fue más allá al sentenciar que en Huetamo Silvano podría arrasar. Tras insistir en sus puntos de vista en la futura contienda dominical, García Mendoza adelantó que el PRD en este momento está muy bien afianzado en varios municipios de la región de Huetamo, pero también del otro lado del Balsas, como en Zirándaro, donde suena fuerte el nombre del joven abogado Gregorio Portillo, al que le pronostica un triunfo arrollador, y lo mismo dijo sobre San Lucas, donde colocó como hombre fuerte morenista a Rodrigo Delgado, recalcando que en San Lucas, la lista de afiliados llega a tres mil personas, y en fila india se fue hasta Tuzantla, donde señaló que allá el hombre fuerte es Emilio Solache, a quien hay que ponerle mucho ojo dado que el registro de afiliados ya superó la cifra de dos mil; en tanto que en Tiquicheo observaba las cosas niveladas. Donde no ve las cosas claras es en Carácuaro, aunque están fortalecidos en Nocupétaro, y daba como seguros los triunfos en Benito Juárez con Antonio Rebollar y en Susupuato con Héctor Reyes.

En otro tenor, vaya que si recorrió el caminito Morelia-Huetamo el presidente del Comité Ejecutivo Estatal del PRD, Carlos Torres Piña, quien se reunió con fracciones de ese partido en dos ocasiones seguidas, mientras que ya habían venido con anterioridad Raúl Morón Orozco y enseguida Leonel Godoy Rangel. El ex gobernador y fundador solaztequista quien tuvo que reconocer en Huetamo que habían surgido marcadas diferencias con el hijo predilecto de Huetamo, Elías Ibarra Torres, lo que era una muestra más de las fracturas de última hora que mostraba en aguas profundas el acorazado de la izquierda nacional.

Frente a todo eso, el propio Godoy dijo en Huetamo que sólo unidos PRD y Morena se lograría el objetivo de instalar a Cuauhtémoc Cárdenas en el liderazgo nacional del PRD, y que eso facilitaría el triunfo por la gubernatura a uno de sus candidatos; sin embargo, como si fuera un libro de suspenso de Allan Poe, de pronto surgió Silvano Aureoles como presidente de la Mesa Directiva del Congreso, así que sus bonos suben al mil por ciento, lo que le da mucho gusto a su hermano Toño, también legislador, y la trama sigue, sigue, entre Aureoles y los que apoyan a Cárdenas. ¿Quién será el bueno?

Ángel Ramírez Ortuño