lunes, 8 de septiembre de 2014

La política en la Ciénega: Cuauhtémoc Cárdenas ganó

José Luis Ceja Guerra

Pese a que será de manera oficial hasta el próximo miércoles cuando se dé a conocer el resultado de la elección interna del PRD, desde ahora podemos adelantar los nombres de quién gana y quién pierde.
Gana Cuauhtémoc Cárdenas, porque todas, todas las corrientes ideológicas del PRD que entraron en pugna el domingo 7 de septiembre anunciaron que Cárdenas Solórzano era su referente político nacional, esto es, sin importar cuántos asientos logre cada una de las corrientes en los consejos nacional o estatal, de acuerdo a su publicidad de proselitismo, todas responderán a los intereses de Cuauhtémoc Cárdenas, por lo tanto la lógica indica que será el Consejo Nacional del PRD quien designe las candidaturas en los próximos procesos electorales, entonces a quien habrán de buscar los aspirantes a un puesto de elección popular en su propósito de conseguir la bendición, será a Cuauhtémoc Cárdenas, y a nadie más.
Pierde, pierden en esta elección, el mismo PRD, la ciudadanía, la democracia y hasta el Instituto Nacional Electoral recibe una abolladura en su nueva acta de nacimiento, y es que el mal que padece el PRD es a todas luces incurable.
A los perredistas, al menos en la Ciénega, les fascina el juego sucio, el volante, el panfleto, la denostación y el escarnio del contrincante; con los epítetos lanzados, de un lado y otro, bien podría hacerse una nueva edición corregida y ampliada de la picardía mexicana.
Son maestros los perredistas en las elecciones internas, del espionaje, el engaño, la trampa y las celadas, capaces de dictar cátedra en aquellas prácticas políticas que tanto criticaban al partido en el poder cuando nacía el PRD como una opción creíble; hoy, el partido se regodea en sus miasmas en una aberrante exhibición de coprofagia y canibalismo.
Los ataques en lo oscurito y a plena luz del día, la complicidad presunta de funcionarios municipales de Jiquilpan en los ataques que, aunque anónimos, denotaban la ortografía del ideólogo de estos.
El PRD acusa al PRD de juego sucio y lo más irónico es que una vez que esta aberrante danza concluya, el grupo ganador levantará la mano y demandará unidad en torno suyo como diciendo: “Sí, te hice trampa, te ataqué, te denosté, te agredí pero ya gané y vamos a sumarnos”, así de grande es el conflicto moral que vive el PRD. Este que al amparo del nombre de Cuauhtémoc Cárdenas legitimiza la guerra sucia como un mecanismo de competencia socialmente aceptable.
No es un asunto contra el PRD o la izquierda, es un asunto contra la doble moral que tienen entre ellos mismos, no conozco en el panorama político nacional un partido que institucionalice las corrientes de opinión y que a final de cuentas sean estas corrientes las que definan el rumbo del partido político.

¿Manos limpias?

Pero, mal de muchos, dirían los perredistas de Jiquilpan, en el PAN también se cuecen habas y es que en fechas recientes, entre otros tantos, se dieron a conocer pagarés firmados por el presidente del Comité Municipal de Acción Nacional de Jiquilpan, Germán Naranjo.
Dichos pagarés, de acuerdo a quien los presentó, son prueba de una deuda absorbida por el funcionario partidista por el presunto desarrollo de un programa de vivienda que nunca se concretó.
No es nada nuevo que Acción Nacional de Jiquilpan se vea envuelto en este tipo de asuntos; ya a través de este medio habíamos dado cuenta de otro asunto similar, pero en el que el protagonista fue el tesorero de Acción Nacional, Javier Camacho, célebre expropiador, repartidor y vendedor de terrenos irregulares en la Ciénega.


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