Con muchos y grandes
proyectos, llega el alcalde Juan Carlos Campos Ponce a la mitad de su mandato
municipal. Sí, es un presidente con muchas ambiciones, ideas y buena voluntad,
pero el problema es que, tras 22 meses, ninguno de estos mega-planes se ha hecho
realidad.
Un hospital de especialidades
del Seguro Social, la terminación del Teatro Juárez, el Centro Cultural, la
biblioteca digital, el nuevo panteón, la municipalización de Tránsito, la
instalación de parquímetros para regular la circulación en el centro, el nuevo
mercado, la reubicación de los comerciantes ambulantes.
Esos y muchos más son los
proyectos que el presidente municipal ha planteado a los zitacuarenses.
Primero, como candidato, luego ya como alcalde. En el transcurso de los meses,
algunos han quedado olvidados y otros han sido modificados. Sin embargo,
ninguno ha sido hecho realidad. Son lo que son: planes y promesas.
Precisamente con motivo de
cumplirse la mitad de su periodo, la agencia Quadratín le pidió a Campos Ponce que hiciera un balance de su
administración. Destacó que “el buen desempeño de su gobierno no es una
fantasía”. Y dijo que había sido evaluado por “la Federación Nacional de
Municipios de México (Fenamm) y del Instituto Tecnológico de Monterrey”.
Asimismo, habló de que en breve
arrancarán “obras de alto impacto”. Y citó: “La reanudación de la construcción
del teatro, el arranque de obras del Centro Cultural y el inicio del nuevo
panteón municipal”.
Sí. Habló del teatro y del
Centro Cultural que el 19 de agosto de 2012 el gobernador, ahora con licencia,
Fausto Vallejo Figueroa, puso en marcha. Sólo se colocó la primera piedra, pero
no hubo una segunda, ni tercera, ni… en fin.
Para estas obras, desde el
primer año se destinaron millones que finalmente no se aplicaron. Recientemente,
el diputado Silvano Aureoles presumió que “bajó” 50 millones para este proyecto
que llegarían pronto, pero ese “pronto” no se hace realidad.
En el caso del nuevo panteón,
el Ayuntamiento se endeudó con un préstamo millonario, que se supone que se abona
cada mes, desde hace un año. Era para el terreno y la primera etapa del
cementerio. Pero la obra, a pesar de que ya tiene permisos, no empieza.
Y, no está mal que se
proyecten grandes obras. Zitácuaro tiene un grave rezago en infraestructura que
necesita de todo. Así, lo que se haga es de beneficio social. El problema es
que no se concreta nada.
Desafortunadamente para el
alcalde, la opinión pública tiene cada vez menos confianza en sus promesas. No
es lo mismo planear al principio de la administración, que repetir lo mismo una
y otra vez, sin demostrar nada. Ya no es tiempo de promesas, sino de
realidades.
Y son precisamente los hechos
los que demuestran que la administración del presidente Campos Ponce acumula
cada vez más rezagos. Se puede argumentar la dificultad financiera, la
situación particular que vive el estado, tanto en lo social como por la crisis
económica.
Sin embargo, no solo
Zitácuaro tiene problemas, sino toda la entidad, el país. Y eso llega el
momento en el que esta difícil condición no es excusa para no entregar
resultados concretos. Afortunadamente todavía faltan alrededor de 21 meses para
concretar. Es tiempo de prometer menos y cumplir más…
La política en Zitácuaro | Ricardo Rojas
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