viernes, 25 de octubre de 2013

Adiós paisano, Chuche Reyna


Sin lugar a dudas, nos estábamos acostumbrando en Huetamo a compartir con tanta frecuencia las siempre gratificantes visitas de un gobernador del estado, tal como sucedió en el breve periodo de gobierno del paisano Jesús Reyna García en el tiempo en que cubrió la obligada ausencia del gobernador Fausto Vallejo Figueroa, y es que desde que arribó al poder don Chuche, al otro día ya estaba en Huetamo con todo su equipo de trabajo para entregar paquetes de maquinaria para el resto de la región tierracalenteña, desde Tuzantla a San Lucas y Carácuaro, Nocupétaro y Tiquicheo.
E político local quiso que fuera en su tierra natal ese evento, el que, de entrada, nos permitió a la prensa tener un contacto de calidez y afecto muy a pesar de la perruna acción de su equipo de seguridad que trajo a raya a los compañeros informadores, sin saber que el mandatario estaba en tierra segura y tranquila, y la presencia de la alcaldesa Dalia Santana Pineda reforzaba esa imagen en pleno arranque de esa experiencia gubernamental que recién concluyó.
Como por efecto dominó, uno por uno fueron desfilando por Huetamo los diversos secretarios del gobierno michoacano, y quiérase o no, en fila india desfilaban también delegados federales, desde la Secretaría de la Reforma Agraria, con Eustolio Nava Ortiz al frente; Víctor Manuel Silva Tejeda, de la Sedesol; Antonio Guzmán Castañeda, de la Sagarpa; visitas y reuniones de la Secretaría de Salud, de los Jóvenes y de Pueblos Indígenas, es decir, era como una competencia a nivel superior por acudir a Huetamo, ya sea por quedar bien con el hombre en el poder o, por qué no, con base en la imantada convocatoria de intenso trabajo y actividad que desde su llegada a la Presidencia Municipal ha realizado Dalia Santana Pineda.
Claro que es justo reconocer que para Huetamo fueron tiempos de bollantía, de intensas obras, trabajo y desarrollo, algo así como si esta tierra por siglos desdeñada por las cúpulas del poder se hubiera sacado la lotería. Sin embargo y por desgracia para Huetamo, llegó el fatídico mes de septiembre, y con él de la mano una cauda de desgracias que generó el huracán Manuel, fenómeno meteorológico que se estrelló por encima de los cielos mexicanos para inundar el país, y muy en especial el tramo ribereño de 800 kilómetros que resguarda el Río Balsas y que superó con creces la capacidad de la cuenca para generar la peor desgracia registrada en estos contornos en los últimos mil años, y de nueva cuenta, ante el llamado de urgencia y emergencia, al otro día de los desastres ya sobrevolaba en avión Reyna García el espacio aéreo de Huetamo, y desde el aire se marchaba taciturno rumbo a Lázaro Cárdenas; sin embargo, un día después arribaba el gobernador con una flotilla de helicópteros por un lado, y por otro aterrizaban enormes naves de la Secretaría de Marina y del Ejército Mexicano, juntos de la mano, gobierno del estado y federal en apoyo del golpeado pueblo Pirinda ahogado en desgracias.
Ni hablar, ya sea por su gusto por ayudar a Huetamo, por un desconocido afecto que pocas veces había logrado demostrar don Jesús por su tierra natal de Huetamo, pero desde entonces la mano amiga y cordial del paisano se hizo sentir, al grado de que hasta por cuatro ocasiones visitó Huetamo en ese periodo, todo un récord de Guiness para Huetamo, de tal forma que ahora que entregó el bastón de mando a don Fausto Vallejo Figueroa, al pueblo de Huetamo y a sus autoridades sólo les queda la esperanza de que siga fluyendo el apoyo y ayuda, y que también se asome a la brevedad por estas riberas siniestradas del Balsas de Huetamo la revitalizada presencia del gobernador electo, ¡es cuánto!

Ángel Ramírez Ortuño


No hay comentarios:

Publicar un comentario