lunes, 2 de septiembre de 2013

Las heridas abiertas

Al margen de las cifras y datos presentados por el legislador federal Salvador Romero en el marco de su informe de actividades legislativas, queda claro que no han cerrado del todo las heridas existentes entre el político jiquilpense y la autoridad municipal de Sahuayo, ya que ni siquiera se envió a alguien con la representación municipal.

Y es quizá el mismo discurso de Salvador Romero lo que indica qué es lo que está pasando. Durante su presentación, el legislador federal reconoció que algunos actores políticos le criticaron tener un afán protagónico y, al menos entre líneas, fue esa la molestia de Sahuayo, que hiciera pública en su momento el presidente municipal Francisco Sánchez Sánchez, quien a través de los medios lamentó que ninguno de los 160 millones de pesos gestionados por Romero Valencia se hubiese destinado a Sahuayo.
Como se esperaba, el evento fue una pasarela política impresionante, en la que además de varios delegados federales, se dieron cita diez de los catorce alcaldes de este distrito; de hecho, solamente Sahuayo, Tocumbo, Tinguindín y Régules no mandaron representante. En el caso de Régules, es de entenderse por los sucesos registrados esta semana.
Y aunque no hubo una representación oficial de este municipio, llamó poderosamente la atención en el evento de informe legislativo la presencia del cuatro veces alcalde de Cojumatlán, Enrique Múgica, considerado como uno de los últimos baluartes del perredismo de esta región.
En lo que se refiere a la ausencia de los municipios de Tocumbo y Tingüindín, basta señalar que desde hace tiempo que la alcaldesa de la capital mundial de la paleta ha hecho oídos sordos a las invitaciones a los eventos del legislador, mismo caso de Tingüindín, que tampoco se ha hecho presente en las reuniones mensuales.
Aunque todos saben de las diferencias entre el edil de Sahuayo, Francisco Sánchez, y el legislador Salvador Romero, nadie esperaba que la diferencia se hiciera tan notoria, como ocurrió en el evento de informe.
Pero este evento sirvió también para entender lo que pasa en el contexto regional del PRI, pues bastó ver la distribución de las mesas para entender sin tapujos ni temor a equivocaciones que existen militantes tricolores de primera, segunda y tercera clase; asunto que pasa más por el linaje que por el trabajo político.
Tristemente, la izquierda jiquilpense no logró hacerse del liderazgo político en un tema que parecía prácticamente preparado para que la Vieja Huanimban reverdeciera laureles, el tema de la defensa del petróleo debiera ser, por el legado histórico y político de Lázaro Cárdenas del Río, el central en la vida social de este municipio; sin embargo y en el marco de la consulta realizada sobre la reforma energética, fueron las mesas instaladas en esta cabecera municipal las que menos visitantes tuvieron, y esto tiene más que ver con la falta de información que con la falta de convicción.
Veremos qué resultados tiene Morena, que planea asambleas informativas el próximo fin de semana, no vaya ser que esta organización política pueda penetrar más en el ánimo local que el partido gobernante.

Después de lo ocurrido esta semana, en que tres policías agredieron a un indigente en la ciudad de Jiquilpan, es necesario hacer una severa reflexión sobre este tema y poner varias cosas sobre la mesa: Para nadie es un secreto que el director de Seguridad Pública, Luis Lúa Rubio, se encuentra en el encargo gracias a que su esposa y su primo son regidores del PRD, partido que gobierna; nadie le va a creer que está ahí por merecimientos propios y menos por su capacidad. Lo que han venido realizando los elementos a su cargo: Seguridad Pública, Vialidad y la Policía Turística, es la muestra inatacable de que no tiene control de su departamento, falta saber si es por incapacidad o indiferencia, esto es, o no puede o le vale…

La política en la Ciénega | José Luis Ceja Guerra

No hay comentarios:

Publicar un comentario