miércoles, 28 de agosto de 2013

Deuda histórica

El estado y el país están en deuda con Zitácuaro y la Suprema Junta Nacional Americana, dijo el gobernador Jesús Reyna, quien fue orador oficial en el acto en el que se conmemoró el hecho histórico. Sin embargo, más que hacer un homenaje a los héroes de la Independencia, utilizó la tribuna para abordar la problemática actual de Michoacán.

Acto seguido, cambió el rumbo de su discurso y trató sus tres temas fundamentales: el Acuerdo por Michoacán, en el que intenta que todas las fuerzas políticas, económicas y sociales avalen su visión de cómo se debe “pacificar” el estado.        De la misma forma, aprovechó su mensaje para fustigar al magisterio democrático por su intento fallido de suspender las clases en el estado para presionar al gobierno federal para dar marcha atrás en la Reforma Educativa.     El tercero de los puntos que el gobernador interino abordó en su discurso fue el de las guardias comunitarias. Hay que recordar que estas organizaciones, a veces sociales a veces delictivas, se han creado ante el vacío de poder que el propio gobierno ha creado, ante su incapacidad de responder a los reclamos de seguridad.
En fin, si somos realistas, el hecho histórico de la Suprema Junta, su supuesta importancia histórica y fundamental, que el festejo anual debería de contribuir a resaltar, quedó en el segundo plano.
Se entregó, sí, la Presea al licenciado Gregorio López Mendoza, quien ha trabajado precisamente para rescatar esa fecha, pero se dejó de lado el mensaje histórico para prestarle el escenario al gobernador.
El acto en sí fue poco lucido, abundaron los discursos largos y tediosos y faltó la pausa cultural, que era ingrediente principal en otras ocasiones. Por otro lado, aunque el amplio Centro de Convenciones lució a su máxima capacidad, no todo era lo que parecía.
Un poco se repitió la pasarela de personajes políticos porque incluso acudió el alcalde de Morelia, Wilfrido Lázaro, así como diputados (El Pollo Juan Carlos Orihuela, la petista María del Carmen Martínez) y el senador Chon Orihuela (además, claro, del ex alcalde Antonio Orihuela, quien sin duda peleará un cargo en el próximo proceso electoral).
Para que el recinto luciera lleno, esta vez no se recurrió a acarrear a zitacuarenses del medio rural (quizá porque es más caro); se recurrió a algo “más fácil”, que fue llevar “voluntariamente” a los empleados municipales y a alumnos de escuelas de nivel medio superior; de hecho, ellos ocuparon casi la mitad de los asientos.

La UIIM
En teoría, instalar en Zitácuaro un campus de la Universidad Intercultural Indígena de Michoacán es un paso adelante en la educación de los integrantes de las etnias mazahua y otomí de la región. Sin embargo, esta institución no funciona como debería porque al gobierno del estado no le conviene, no le interesa. La noticia de que el campus no tiene escrituras porque las autoridades universitarias no han hecho el trámite, es sólo uno de los muchos problemas.

El principal es el desorden que priva en la organización del plantel de San Felipe, así como el poco apoyo, recursos y personal que se reciben de parte de la sede central y del gobierno del estado. El campus funciona casi de milagro, por inercia, y eso no está bien…

Ricardo Rojas | Zitácuaro

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