La política en
Zitácuaro
Entre los
simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador e izquierdistas zitacuarenses
existe la idea de que el Comité de Morena (Movimiento de Regeneración Nacional)
está secuestrado por un grupo minoritario que pretende colgarse de la fama del
dos veces ex candidato presidencial para obtener alguna posición futura.
Desde el pasado
proceso electoral federal en Zitácuaro, Morena no pasó de ser sólo un membrete,
manejado, básicamente, por dos personas. Desde entonces y hasta ahora, el movimiento
del peje no ha tenido ni base ni penetración social.
Incluso
simpatizantes del tabasqueño que han querido integrarse han sido dejados al
margen, sin poder de acción ni de decisión, por quienes regentean las siglas de
lo que pretende ser el partido que represente a la “verdadera” izquierda
mexicana.
Morena sólo representa
a quienes se han apropiado de este esfuerzo: María de la Luz Núñez y José
Antonio Silva. Entre ellos se ha conformado una élite a la que sólo unos cuantos
privilegiados tienen acceso y, en todo caso, en calidad de subordinados.
Obvio, Núñez y Silva
fueron “elegidos” delegados a la asamblea estatal y se las ingeniaron para
quedar en el comité estatal. La primera, como parte de la Comisión de
Honestidad y Justicia, y el segundo, como secretario de Derechos Humanos (¿?).
En la toma de
protesta estuvo Andrés Manuel López Obrador, en persona, quien pidió a su
comité que el movimiento “no se desvíe ni se eche a perder”. Así como que
tampoco reproduzca “lacras políticas” como el nepotismo, el amiguismo, el
influyentismo y el sectarismo.
Demasiado tarde, sectarismo
podría ser el apodo de Morena en Zitácuaro. El movimiento no representa ni a la
izquierda, ni a los ciudadanos, ni a los simpatizantes de Andrés Manuel López
Obrador. Qué lástima.
Gobierno en tu Ciudad
Por cierto,
Antonio Ixtláhuac Orihuela volvió a encabezar un acto político-asistencialista
en esta ciudad, el pasado jueves, cuando presidió una reunión de su programa
Gobierno en tu Ciudad.
Se trata de la
fórmula que el ex alcalde ha encontrado para llevar a cabo recorridos por todo
el estado, casi como si estuviera en campaña. Esto, gracias al cargo que le dio
el gobernador Fausto Vallejo Figueroa, como coordinador de Atención Ciudadana.
Ixtláhuac vino de
la forma como le gusta: con la imagen de benefactor, que escucha y atiende la
problemática. Y no le fue mal, porque numerosos ciudadanos se acercaron a
pedirle y entregarle solicitudes; incluso, algunas que no han sido atendidas
por el gobierno municipal.
Durante esta
visita quedó patente la lejanía que hay entre Ixtláhuac, el ex alcalde, y Juan
Carlos Campos Ponce, el actual munícipe zitacuarense. Es de todos conocidos que
hubo un rompimiento entre ambos cuando se hicieron y se incumplieron acuerdos
cuando el hoy presidente era candidato.
Y así persiste.
Aunque hubo el trato institucional entre ambos políticos priístas, la frialdad
fue evidente. El Ayuntamiento convocó al acto y le preparó el escenario a
Ixtláhuac, pero el alcalde no se presentó al evento. Aunque estaba en la
ciudad, mandó a su síndico, Fernando Terán, como su representante.
No obstante, el ex
alcalde cumplió su cometido: como en otras regiones de la entidad, se presentó
como la esperanza para que el gobierno del estado atienda a los más
desprotegidos en sus necesidades. Ixtláhuac, pues, está en campaña. ¿Para qué?
Pronto lo sabremos, por lo pronto, se preocupa por mantenerse vigente.
Ricardo Rojas | Zitácuaro
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