miércoles, 8 de agosto de 2012

La política en Zitácuaro


Por: Ricardo Rojas
Un problema menos enfrenta Silvano Aureoles Conejo, diputado federal electo por este distrito, cuando el Tribunal Electoral desechó la impugnación que presentó el PRI por su triunfo. Sin embargo el perredista deberá aún enfrentar algunas problemáticas antes de tomar posesión el próximo primero de septiembre.
Sí, porque mientras el ex alcalde de Zitácuaro y aún senador de la República busca en qué hacer tiempo (como los “recorridos de agradecimientos) y espera quizá impaciente que el mes de agosto termine para mover sus maletas a San Lázaro, sus agraviados y sus opositores no pierden el tiempo.
Por un lado, los priístas no se han dado por vencidos y buscan la forma de echarle para abajo su constancia de mayoría a Silvano. Si bien el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) consideró infundados los argumentos presentados para invalidar la elección a diputados, el proceso seguirá.
Ellos insisten en que la elección la ha ganado. Pero que los electores “se confundieron” y por error marcaron los logos del PRI y del Verde Ecologista en la elección de diputados federales, cuando en este caso no había coalición, lo que provocó que estas boletas se anularan.
Así que aunque los magistrados no les prestaron atención a sus agravios, el representante jurídico del PRI en el estado, Jesús Remigio García Maldonado, señaló que seguirán adelante por la vía legal.
Era cuestión de horas para que el tricolor presentara un recurso de reconsideración ante la Sala Superior del TEPJF. Esto es, que la elección para diputados federales en el distrito aún no está concluida hasta que la máxima instancia dé la última palabra, lo que podría ocurrir en el transcurso del mes.
Sin embargo los asuntos pendientes de Silvano no terminan con las impugnaciones ante las autoridades electorales, en donde tienen más posibilidades de salir adelante, por lo complicado que será “recuperar” esos votos que le fueron “cancelados” al PRI.
Lo ideal sería que antes de que tome posesión de su cargo de diputado haga frente a otro asunto más vergonzoso, que tiene que ver con la endeble calidad moral que tendría el todavía senador para represéntanos a los ciudadanos del distrito en el Congreso federal.
Se trata de las múltiples deudas sin pagar que Aureoles ha acumulado en sus últimas dos elecciones. Fueron muchas las personas que confiaron en él y le entregaron recursos y bienes para que llevara adelante sus campañas, tanto la de la gubernatura como la de la diputación federal.
Y en muchos de los casos se han quedado sin cobrar gran parte o todo de lo que le entregaron al ahora diputado federal electo. En varias ocasiones el operador financiero de Silvano Aureoles, Carlos Maldonado, con toda la prepotencia que le caracteriza, da como respuesta a los acreedores la clásica “hazle como quieras”.
Así que en la ocasión pasada, porque perdió la elección a la gubernatura (aunque en ningún contrato se estipuló que en caso de derrota los acreedores se quedarían sin cobrar). Pero aún en esta elección, en la que se tiene la ventaja. La cosa es que Aureoles siempre ha de dejar su rastro de deudas que no puede o no quiere pagar.

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