Por: Ricardo Rojas
Un problema menos
enfrenta Silvano Aureoles Conejo, diputado federal electo por este distrito,
cuando el Tribunal Electoral desechó la impugnación que presentó el PRI por su
triunfo. Sin embargo el perredista deberá aún enfrentar algunas problemáticas
antes de tomar posesión el próximo primero de septiembre.
Sí, porque
mientras el ex alcalde de Zitácuaro y aún senador de la República busca en qué
hacer tiempo (como los “recorridos de agradecimientos) y espera quizá
impaciente que el mes de agosto termine para mover sus maletas a San Lázaro,
sus agraviados y sus opositores no pierden el tiempo.
Por un lado, los
priístas no se han dado por vencidos y buscan la forma de echarle para abajo su
constancia de mayoría a Silvano. Si bien el Tribunal Electoral del Poder
Judicial de la Federación (TEPJF) consideró infundados los argumentos
presentados para invalidar la elección a diputados, el proceso seguirá.
Ellos insisten en
que la elección la ha ganado. Pero que los electores “se confundieron” y por
error marcaron los logos del PRI y del Verde Ecologista en la elección de
diputados federales, cuando en este caso no había coalición, lo que provocó que
estas boletas se anularan.
Así que aunque los
magistrados no les prestaron atención a sus agravios, el representante jurídico
del PRI en el estado, Jesús Remigio García Maldonado, señaló que seguirán
adelante por la vía legal.
Era cuestión de
horas para que el tricolor presentara
un recurso de reconsideración ante la Sala Superior del TEPJF. Esto es, que la
elección para diputados federales en el distrito aún no está concluida hasta
que la máxima instancia dé la última palabra, lo que podría ocurrir en el
transcurso del mes.
Sin embargo los
asuntos pendientes de Silvano no terminan con las impugnaciones ante las
autoridades electorales, en donde tienen más posibilidades de salir adelante,
por lo complicado que será “recuperar” esos votos que le fueron “cancelados” al
PRI.
Lo ideal sería que
antes de que tome posesión de su cargo de diputado haga frente a otro asunto
más vergonzoso, que tiene que ver con la endeble calidad moral que tendría el
todavía senador para represéntanos a los ciudadanos del distrito en el Congreso
federal.
Se trata de las
múltiples deudas sin pagar que Aureoles ha acumulado en sus últimas dos
elecciones. Fueron muchas las personas que confiaron en él y le entregaron
recursos y bienes para que llevara adelante sus campañas, tanto la de la
gubernatura como la de la diputación federal.
Y en muchos de los
casos se han quedado sin cobrar gran parte o todo de lo que le entregaron al
ahora diputado federal electo. En varias ocasiones el operador financiero de
Silvano Aureoles, Carlos Maldonado, con toda la prepotencia que le caracteriza,
da como respuesta a los acreedores la clásica “hazle como quieras”.
Así que en la
ocasión pasada, porque perdió la elección a la gubernatura (aunque en ningún
contrato se estipuló que en caso de derrota los acreedores se quedarían sin
cobrar). Pero aún en esta elección, en la que se tiene la ventaja. La cosa es
que Aureoles siempre ha de dejar su rastro de deudas que no puede o no quiere
pagar.
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