Todo parece
indicar que Antonio Ixtláhuac Orihuela comenzó a hacer política a través de la
plataforma que le brinda el cargo con el que el gobernador del estado, Fausto
Vallejo Figueroa, le premió: la Coordinación de Atención Ciudadana. Y es que
alguien como el ex alcalde de Zitácuaro, acostumbrado a los reflectores, era
difícil que se quedara tranquilo por mucho tiempo.
Diga si no: nunca
antes alguien que ocupara ese cargo, que no es una posición de primer nivel que
digamos, había tenido el protagonismo en los medios como lo tiene el ex
presidente de Zitácuaro.
No sólo su designación
fue difundida a nivel nacional, al relacionarlo como un funcionario del nuevo
gobierno priísta que fue miembro del “Michoacanazo” (ese oscuro pasaje político
policiaco que consistió en detener a alcaldes y servidores públicos acusados de
crimen organizado y después liberados por falta de pruebas).
También Ixtláhuac
se ha cuidado de tener presencia entre medios y obtener menciones en estos,
casi con la misma regularidad y frecuencia que la de funcionarios de primer
nivel.
Desde la oficina
de su jefe inmediato, el gobernador, aunque sin los recursos que tenía cuando
era alcalde y disponía de un importante presupuesto para pagar publicidad, ha
sabido arreglárselas para promoverse.
Los motivos son
variados, que referirse al tema de los apoyos a las víctimas de los atentados,
que entregar nombramientos a “promotores de atención ciudadana en toda la
entidad” (con lo que podrá tener presencia en todo el estado).
O bien, como lo
hizo recientemente, convocar directamente a conferencia de prensa, nada menos
que en el Palacio de Gobierno del estado, para anunciar su programa “Gobierno
en tu ciudad”.
Es decir, se trata
de una estrategia (según el boletín que el mismo Ixtláhuac emitió) para “crear
una coordinación de vanguardia y más cercana a la gente”. Indica que por medio
de esta estrategia visitará “toda la geografía michoacana”.
Si esto,
independientemente de que dé resultados positivos o no para el gobernador, no
se trata de hacer política, entonces, ¿qué es? Ixtláhuac ha demostrado que el
discreto cargo que le dio el mandatario puede convertirse en una buena
plataforma.
Al mismo tiempo,
Ixtláhuac se ha cuidado de mantener una imagen más o menos decorosa en
Zitácuaro; especialmente entre la gente a la que le repartió apoyos y dádivas
con los recursos públicos.
Se comprobó en las
pasadas campañas electorales que en los mítines priístas a los que asistía el
ex presidente, la gente le solía aplaudir más que a algunos de los candidatos
(Sonia Rivas, por ejemplo).
Así que aunque
falta mucho tiempo para un nuevo proceso electoral, Antonio Ixtláhuac procura
mantenerse vigente y poco a poco, incrementar su presencia y capital político
en el estado.
¿Qué busca el
político zitacuarense, miembro de la dinastía Orihuela? Es muy pronto para
definirlo, pero es claro que un puesto de elección popular. Las posibilidades
pueden ser variadas, desde una senaduría, una diputación…
O… quién sabe, tal
vez quisiera buscar nuevamente la Presidencia Municipal de Zitácuaro y su
jugoso presupuesto… Lo que es claro es que Antonio Ixtláhuac Orihuela se ha
colocado en la mira política y habrá que seguir sus pasos, para ver bien hacía
dónde se dirige…
Ricardo Rojas/Zitácuaro
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