La política en la Ciénega
Estamos a unos días de que los candidatos, a cualquier puesto de
elección, nos dejen por fin ver una película completa o escuchar un programa de
radio sin los monótonos extractos de sus discursos, y de que los pretendidos
movimientos estudiantiles justifiquen ahora su estancia educativa con cargo al
erario.
Y mientras ello ocurre, los asiduos a las redes sociales verán libres
también sus espacios de esta serie de encuestas, algunas realizadas con la
metodología de rigor y otras que llamaban más bien a la burlona sonrisa que, en
honor a la verdad, se habían convertido ya en una plaga, lo mismo que cientos
de “agradecidos” blogueros que saturaron durante semanas los correos
electrónicos de sus contactos con propaganda electoral.
Lo cierto es que ante la proximidad del proceso electoral, los
aspirantes a la diputación federal por el Distrito de Jiquilpan están afinando
su maquinaria que, de acuerdo a los pactos no escritos, deberán comenzar a
operar desde el sábado por la noche y todo parece indicar que al menos por esta
ocasión nos perderemos aquellos cierres de campaña multitudinarios a los que
nos tenían acostumbrados, llenos de música, papeles de colores, tortas,
refrescos, birria, carnitas y todo aquello que a fuerza de costumbre resulta
indispensable en este tipo de eventos.
Posiblemente se deba a que los aspirantes no quieren arriesgarse a
sufrir un desaire por parte del electorado, como ha ocurrido con la mayoría de
sus mítines en barrios y colonias, donde los encendidos discursos de amor a la
tierra, de propuestas legislativas serias, eran lanzados ante auditorios
prácticamente vacíos.
Para nadie es un secreto que el elector no puede ni debe desligar al
candidato del partido que lo postula y que en algunos casos gobiernan en esta
llamada zona conurbada, donde el PRI gobierna en Venustiano Carranza, el PRD en
Jiquilpan y el PAN en Sahuayo, lo que hace pensar que al menos en estos
municipios los candidatos de cada partido tienen asegurada la victoria.
Aunque en casos como Sahuayo, todo indica que la votación será dividida
entre el aspirante del PRI y la aspirante del PAN, mientras que en Jiquilpan la
batalla será entre los candidatos del PRD y del PRI, ambos nativos de esta
demarcación, aunque en este municipio la ventaja del candidato del tricolor
deberá ser superior a la del PRD en al menos tres mil votos para poder
contrarrestar la ventaja de la candidata del PAN en Sahuayo, donde todo hace
pensar que el tricolor ocupará el segundo lugar.
Viene pues la jornada electoral, jornada en la que los operadores,
promotores y simpatizantes de todos los partidos involucrados tendrán la
oportunidad de entrar en el sano juego de policías y ladrones, y como en
elecciones anteriores, los rumores de compra y venta de votos, la entrega de
despensas y todas esas cosas sin las que las elecciones serían un asunto
bastante aburrido.
Dicen que las fuerzas de izquierda de nuestro país están ya preparando
las pancartas señalando fraude en el próximo proceso electoral. Eso puede o no
puede ser cierto, pero en el Distrito de Jiquilpan al menos el PRD y el PT no
podrán reclamar nada por la sencilla razón de que no mandaron representantes a
la Junta Distrital Electoral el día que arribó a este lugar el tráiler con el
material electoral.
Finalmente, en días pasados se celebró en la ciudad de Jiquilpan la
comida alusiva al Día de la Libertad de Expresión, ironías de esta vida, al
margen de los discursos ofrecidos por el edil y varios comunicadores sobre
garantizar el ejercicio de la labor de informar, la charla de sobre mesa entre
los comunicadores de a pie fue justamente sobre lo contrario.
José Luis Ceja Guerra | Ciénega
No hay comentarios:
Publicar un comentario