La política en la Ciénega
Poco a poco las campañas políticas en esta región van tomando rumbo y
los aspirantes a la diputación por el Distrito de Jiquilpan comienzan a dejar
de lado la promoción de los candidatos presidenciales de sus partidos para
concentrarse más en las propias.
Lo anterior resulta lógico si se toma en cuenta que los aspirantes, de
acuerdo a los integrantes de sus equipos de campaña, no han recibido recursos
ni en metálico ni en especie para sus trabajos de proselitismo, por tanto,
optaron por invertir sus escasos activos en su propia promoción.
A estas alturas resultaría aventurado y aún irresponsable señalar una
ventaja definitiva para alguno de los aspirantes a la diputación, pese a la
aparición en las redes sociales de multitud de encuestas en las que no se
explica ni la metodología ni el margen de error, vamos, no se menciona ni el
autor de éstas.
Pero bien que mal estos sondeos permiten al menos ver cierta tendencia
de los usuarios de estas redes sociales, pero hay que recordar que no todos los
electores son usuarios de estas tecnologías, por lo que la tendencia del voto
tendrá que ser analizada a la vieja usanza, es decir, contar las cabezas que se
dan cita en salones, plazas públicas y esquinas para escuchar a los candidatos.
Aún con esta dinámica de sondeo sería difícil señalar alguna ventaja, ya
que, para curarse en salud, algunos aspirantes han dicho que no buscan más
reuniones masivas, sino encuentros en corto con líderes de sectores y
organizaciones sociales, y otros aspirantes van más allá al buscar el encuentro
con el votante puerta por puerta.
Y como es natural en la contienda electoral, lo que se busca es ponderar
la propia imagen y opacar la del adversario, por lo que al más puro estilo de futbol
americano, los equipos de campaña se dividen en los de defensa y de ataque,
esto es, un equipo destinado a la promoción de la imagen y otro que opera en
las sombras para lo que pudiera ofrecerse.
Ya en materia de propuestas, tuvo que ser un político jalisciense el que
pusiera el dedo en la llaga sobre los asuntos primordiales de esta región; para
nadie es un secreto que la economía de la Ciénega de Chapala está fincada en la
agricultura, la pesca y la ganadería, actividades que dependen directamente del
Lago de Chapala, que curiosamente ha estado ausente en los discursos de los
aspirantes a legisladores.
Fue el aspirante de “Movimiento ciudadano” a gobernar lo que fuera la
Nueva Galicia, Enrique Alfaro, en reuniones en municipios jaliscienses que se
ubican en las cercanías de este embalse, el que señaló tajante su intención de
frenar el proyecto de la línea 2 del acueducto de Chapala a Guadalajara, y es
que el tema del lago no entiende límites políticos, el tema es que se busca
extraer más agua de Chapala, lo que afectará ambas ciénegas, la de Jalisco y la
de Michoacán.
Y los actores políticos locales están de fiesta por el tema de la
aprobación de las candidaturas independientes o ciudadanas y afirman que sólo
es cuestión de tiempo para que en el ámbito estatal y municipal puedan
presentarse también candidaturas sin estar sujetos a las exigencias de partidos
políticos, lo malo es que, con partidos políticos o sin ellos, hay municipios
en la Ciénega que son gobernados por grupos de poder que se autonombran como
las fuerzas vivas.
Por cierto que la gran mayoría de los encargados del orden, jefes de
tenencia y presidentes de juntas vecinales en Jiquilpan se preguntan dónde
rayos se publicó la convocatoria para la integración del Consejo Municipal de
Seguridad Pública, ya que en la lista oficial de integrantes están más o menos
los mismos nombres de honorables ciudadanos que integran cuanto comité es
necesario en la población.
José Luis Ceja Guerra | Ciénega
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