miércoles, 25 de abril de 2012

Campañas a la deriva


La política en Zitácuaro

Pues nada. A casi un mes de iniciadas las campañas políticas federales en el Distrito de Zitácuaro no hay prácticamente nada. Los priístas, hasta el momento de redactar la presente entrega, no han definido quién será su candidato a diputado (o diputada, por aquello de la equidad de género).
El problema es que a los priístas ya se les hizo, como popularmente se dice, “bolas el engrudo”, porque a los candidatos a los que se les quitó la nominación, como Alfredo Vilchis Alvarado, en el caso de Zitácuaro, interpusieron recursos en contra.


Y ahora el partido no puede, no quiere, designar a sus candidatas hasta que las instancias legales resuelvan los recursos. Y el Tribunal Electoral de Poder Judicial de la Federación no tiene prisa. Mientras el tiempo pasa y el candidato del PRI a la diputación federal prácticamente ya ha perdido un mes de campaña.
Alfredo Vilchis todavía tiene la esperanza de que le “regresen” la candidatura que “ilegalmente” (como él mismo lo afirma) le quitaron. Algo sabrá, porque su equipo ha vuelto a reagruparse y se espera que en las próximas horas haya una determinación.
Por su parte Sonia Rivas Espitia, aspirante a la candidatura “de género”, está más que apuntada para la nominación. La ex alcaldesa sustituta fue favorecida por el gobernador Fausto Vallejo con la oficina en Zitácuaro de la Delegación Regional de Turismo.
Sin embargo, ante la posibilidad de obtener la candidatura, pidió permiso para ausentarse unos días del cargo. De hecho dejó el cargo acéfalo durante la Semana Santa, precisamente cuando la Delegación Regional de Turismo es más solicitada por visitantes que acuden por información.
Pero así como están las cosas no hay nada seguro, ni para Sonia Rivas Espitia ni para Alfredo Vilchis. Lo único cierto es que no hay nada, que el PRI no tiene candidato a estas alturas…
En el PAN, la candidata Emma Olvera finamente se presentó públicamente hace una semana. Pero aún continúa con su estilo de hacer campaña: casi inadvertido, chiquito, modesto, que le acarrearán resultados igualmente chiquitos y modestos.
Parece, hasta el momento, no haber un real interés de ganar la contienda electoral. Como si para el PAN sólo se tratara de un juego… Si a nivel nacional, con todo el esfuerzo que realiza Josefina Vázquez Mota, no levanta, a nivel distrital, con un trabajo que deja mucho que desear, menos…
Finalmente, está el perredista Silvano Aureoles, que pese a su experiencia y capacidad, también realiza una campaña de bajo perfil. Pero como está prácticamente solo en la contienda, hasta se da el tiempo de ir a la Cámara de Senadores a hacer como que trabaja para cobrar puntualmente todas sus dietas.
La opinión pública ha criticado el hecho de que, escudado en un resquicio legal, se niegue a dejar el “hueso” de senador para buscar la diputación federal, y así no dejar de cobrar, de vivir del erario, que con tanto esfuerzo aportamos los ciudadanos. Se ve como una falta de respeto para los habitantes del distrito.
Silvano es el clásico ejemplo del político que dice una cosa y hace otra. Por eso sus palabras como candidato suenan huecas. En especial las recientes, que hablan sobre la justicia social:
“Para lograr la verdadera justicia social, debemos estar dispuestos a trabajar lo necesario y un poco más; sobre todo buscar por encima de los interés personales o de grupo, los objetivos que se traduzcan en el bien común, en mejores condiciones de vida”.
¿Sabrá en realidad lo que es la justicia social o sólo es un ingrediente para adornar su discurso y buscar obtener votos?
La justicia social se traduce en igualdad de oportunidades, en un estado de bienestar con justicia distributiva, es decir, en donde lo poco o mucho que hay se reparta equitativamente.
¿Qué le va a interesar la justicia social a un político que sólo busca la forma de no quedarse fuera del cargo, del poder, que sólo ve a la gente como instrumento para lograr sus fines?

Ricardo Rojas | Zitácuaro

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