La política en la Ciénega
Casi definidos los tres aspirantes a la diputación federal por el Distrito de Jiquilpan, falta sólo ver si los actores, grupos y corrientes de cada uno de los tres partidos honran su palabra de apoyo o, para variar, vuelve a ser esta elección una cadena de favores políticos cobrados y pagados.
Repuestos ya de la imposición de candidato, los priístas de la Ciénega han procedido a la jura de fidelidad en torno a su candidato, sin embargo al más puro estilo político de la región no faltaron aquellos que salieron del evento sin el pleno convencimiento de la unidad partidista.
Y es que en varios grupos del PRI se dan sentimientos encontrados puesto que debido a sus compromisos político-económicos no pueden garantizar un apoyo decidido a su candidato, Movimiento Renovación Siglo XXI AC, de filiación priísta tendrá ahora que definir de manera tajante de qué parte del espectro político se encuentra pues su presidente es el actual tesorero del Ayuntamiento perredista de Jiquilpan y, por curiosa coincidencia, el candidato perredista a la diputación federal es el hermano del edil y tanto el candidato del PRI como del PRD tendrán que solicitar en breve que esta organización defina de qué color se pintará en la próxima elección.
Pero para el PRI el asunto va más allá, pues los artífices de la candidatura priísta tendrán que asegurar que el Grupo Ciénega y Sahuayo digieran el trago amargo de haber sido relegados de esta selección de candidatos, y asuman su rol de provincianos operadores políticos.
Los ideólogos de la campaña del PRI en este distrito podrán decir mil cosas, pero será difícil que Gustavo Orozco, Alejandro Amezcua, Blanca Villaseñor, Juan Manuel Figueroa, Miguel Amezcua y otros se resignen a dejar pasar la elección como meros espectadores.
Los resultados que en materia política se obtienen de la bohemia son maravillosos; resulta que la semana pasada algunos integrantes del Consejo Político Municipal del PRI en Jiquilpan, utilizaron las redes sociales para lamentarse por lo que llamaron imposición de candidato, los mismos priístas que ahora, luego de la consabida tarde de bohemia, en las mismas redes ponderan las virtudes de su candidato.
Pero el asunto en el PRD no es ni con mucho menos complicado, ya que luego de la caída de Francisco Mora en las encuestas realizadas para la designación del candidato, el aspirante elegido tendrá que buscar material humano para suplir al grupo político que encabeza el ex edil jiquilpense ya que será muy difícil que este grupo se sume de manera incondicional a su campaña.
La negociación tendrá que ser con pies de plomo, para lograr aterrizar acuerdos en un inestable PRD de la Ciénega, el candidato deberá negociar con liderazgos acendrados en cada uno de los municipios y ofertar de manera seria no sólo una plataforma política sino, además, compromisos para los próximos procesos electorales.
Y es que el llamado perredismo libre de esta región es una falacia más, pues los grupos políticos locales que dicen pertenecer a los liderazgos de López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas, no han logrado todavía la reconciliación pregonada por los dos referentes políticos a nivel nacional, y ello será un factor a considerar en el marco electoral.
En lo que hace al PAN todo parece indicar que es cuestión de horas para que Sandra Arciniega sea declarada ya la candidata panista, lo que pone en serios predicamentos a la delegación de este partido en Jiquilpan, ya que la candidata, como es natural, demandará que el panismo de la tierra de los Cárdenas ofrezca la misma votación que obtuvieron en la elección municipal, lo que será imposible ya que dicha votación fue obtenida merced a una cadena de favores y a amarres coyunturales con priístas y perredistas inconformes.
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